DISCURSO PARA EL ANIVERSARIO DE BODAS

La vida se va desarrollando a través de los días con sus alternativas de luz y de sombra, nos dan el ritmo de la actividad y del descanso, y la sucesión de los días y de las estaciones, van formando esas etapas que llaman años y que son los puntos de escala del viaje de la vida.

Cada año que pasa es costumbre recordar gratamente los acontecimientos felices de nuestra existencia, que son como los lugares que en un viaje nos han brindado una estancia agradable. Con cuanto placer recordamos las fechas en que hemos realizado un sueño. Como volvemos a revivir en la memoria, todos los detalles de esos acontecimientos que marcaron una época en nuestras vidas, y de los cuales son parte de la felicidad del presente.

 Y entre esos acontecimientos gratos recordamos aquel que marca la formación del hogar anhelado, sueño de todos los hombres de bien. Por que todos soñamos con un hecho que cobije la felicidad compartida con el ser que nos comprende, que nos alegra la existencia y que va de nuestra mano, como fiel compañero del viaje de la vida, sufriendo con nosotros, gozando con nosotros, dándonos el regalo de sus compañía.

 Ninguna felicidad puede ser comparable a la sencilla, a la placida, a la tranquila felicidad del hogar.

Ninguna felicidad puede ser comparable a la de tener una compañía.

Dice el evangelio !hay de los que van solos! y en verdad tiene razón el evangelio. la soledad es triste, cuantas veces en medio de la gente que goza y se divierte, en medio de la multitud que se agita, cruzamos como sombras, por que no tenemos quien nos dirija las palabras amigas que demuestran interés por nuestros problemas, simpatía por nuestros afectos o por nuestras penas, entonces comprendemos el valor inapreciable de una voz amiga, de un pensamiento que nos comprende, de una simpatía que nos aliente.

Y cuando jóvenes soñábamos con una casita modesta o rica, según sean nuestra ambiciones, donde la personas amada es la reina y nosotros nos sentimos como reyes, como anhelamos realizar nuestros sueños.

Y con los ojos de nuestra imaginación nos forjamos el cuadro de aquel ambiente que es sinónimo de paz, para la agitaciones de la vida, temple de nuestros afectos y objeto de nuestros afanes.

Y si acoso realizamos el sueños y encontramos a la dulce compañera de la vida, con que justo orgullo sentimos que nuestra vida tiene un objeto, que nuestras alamas han llegado a un puerto seguro, donde estamos al abrigo de los vendavales de la pasión, y donde la llegar la trémula vejez, tendremos el calor del afecto y de la compañía.

Pero en estos tiempos en que los valores morales están en bancarrota, en que los hogares se estremecen sacudidos en sus cimientos por el egoísmo, por la intemperancia y la incomprensión, es muy difícil que se encuentre el cuadro de un hogar feliz, en el que se celebre con todo entusiasmo la alegría de dos seres unidos por el amor.

Los matrimonios al vapor que tienen la duración de las pompas de jabón, no llegan a comprender la divina ciencia de cultivar el afecto para alimentar las bases de una vida feliz y arrebatados y trastornados por el egoísmo echa por tierra lo que parecía y debía durar toda la vida.

por eso en esta ocasión en que reunidos bajo un techo amigo, celebramos la feliz unión de dos amigos, de dos seres que han tenido la dicha de conservar encendido el fuego santo del hogar, nos sentimos llenos de satisfacción al unirnos con ellos en esta celebración de una fecha tan significativa en la vida, porque marca el principio de una unión perfecta entre dos seres que se han comprendido, y han realizado el sueño mas grato y el ideal mas alto, dos seres que van unidos en amable y suave, dos seres que han formado un hogar digno de simpatía y de respeto, para el que nosotros tenemos los mas sinceros votos de su felicidad.