Noble caballero Lancelot,
Hoy me dirijo a ti como un amigo y un igual en la Corte del Rey Arturo. Sé que eres uno de los mejores caballeros de la Mesa Redonda y has luchado junto a nosotros en muchas batallas. Sin embargo, como bien sabes, la caballería exige no solo habilidad con la espada, sino también virtud y honor.
Sé que en el pasado has tenido dificultades para mantener tu honor y lealtad al Rey Arturo y a la Mesa Redonda. A pesar de tus habilidades y tu valentía en la batalla, tus acciones han sido cuestionadas por algunos de nuestros compañeros.
Pero hoy, quiero pedirte que vuelvas a comprometerte con la nobleza y la justicia que representa nuestra hermandad. Quiero que recuerdes las palabras del Código de Caballería, que nos exige ser valientes, leales y justos en todas nuestras acciones.
Como caballero, debemos ser modelos de virtud y ejemplares de comportamiento. Debemos asegurarnos de que nuestras acciones reflejen nuestros valores y principios más elevados.
Sé que tienes el potencial de ser uno de los mejores caballeros de la Mesa Redonda y te insto a que reflexiones sobre tus acciones pasadas y te comprometas a actuar con honor y justicia en el futuro.
Confío en que puedas recuperar tu lugar en la Mesa Redonda y volver a ser un modelo de virtud y lealtad para todos nosotros. El Rey Arturo y nuestros compañeros están dispuestos a apoyarte y ayudarte en este camino.
Que la Gracia de Dios te acompañe en tus esfuerzos por ser un mejor caballero y un mejor hombre.
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