Queridos ciudadanos de Atenas,
Me dirijo a ustedes hoy no como un orador cualquiera, sino como alguien que está profundamente preocupado por el futuro de nuestra ciudad y nuestra democracia.
Desde hace tiempo, he visto cómo las fuerzas externas han estado erosionando nuestras libertades y derechos. Los macedonios han estado intentando interferir en nuestros asuntos internos, tratando de someternos a su voluntad y arrebatarnos nuestra independencia.
Pero no son solo los macedonios los que nos amenazan. También hay facciones dentro de nuestra propia ciudad que buscan debilitar nuestra democracia y nuestra unidad. Hay aquellos que buscan dividirnos y enfrentarnos unos contra otros, en lugar de trabajar juntos por el bien común.
Es por eso que hoy les pido que se unan a mí en la defensa de nuestra ciudad y nuestras libertades. Debemos trabajar juntos para proteger nuestra democracia y nuestra independencia, y resistir las fuerzas que intentan debilitarnos.
Debemos recordar que nuestra ciudad fue fundada sobre los principios de la libertad y la justicia, y que debemos defender esos principios a toda costa. Debemos estar dispuestos a sacrificarnos por nuestra ciudad y nuestro pueblo, y estar siempre listos para luchar por lo que es correcto.
Así que les insto a todos a unirse a mí en la defensa de nuestra ciudad y nuestra democracia. Juntos, podemos enfrentar cualquier desafío y superar cualquier obstáculo que se nos presente.
Gracias.
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